Desde tiempos ancestrales, durante la primera semana de febrero, se celebra en la Salzadella las fiestas patronales de San Blas, en la época de festividades de los santos «barbudos».
Durante las fiestas tienen lugar multitud de actos, entre los cuales destacan las misas y procesiones, en el día de los Santos patrones, el «Ball de Plaça», la exhibición de vaquillas y toros embolados y, para amenizar las noches, el baile con orquestas. Todo ello junto con una grastronomía tradicional como los pasteles y rosquillas de San Blas y el tombet del Maestrat.